Algo suena en mi nube sonando

El domingo tuve una cita en el espectacular Convent de les Arts de Alcover, un lugar que es un lujo visual y desprende magia por todos los sitios. Fue un palomar, ermita, convento franciscano, hospital de pobres, escuela, cuartel… Las paredes del Convent de les Arts cuentan muchas historias hasta el día de hoy y han convertido el monumento en un centro cultural de exhibición y creación artística de características únicas. El inspirador claustro como epicentro del convento, el imponente auditorio ocupando la antigua nave de la iglesia y el acogedor alojamiento de artistas, son algunos de los espacios ya rehabilitados y en pleno funcionamiento.

Ahí nos esperaban dos consolidadas artistas: Marta Robles (integrante de Las Migas) y Elena Gadel (cantante y actriz) con su propuesta “Les dones de la meva vida” (las mujeres de mi vida), donde hacen renacer, a guitarra y voz, canciones que han marcado sus vidas.  

Estas dos mujeres, ellas solitas a voz y guitarra dejaron atónitos a todo el personal con su pequeño formato musical. Una tarea que no es nada fácil a mi modo de ver. Sólo recordarlo aún se me pone el pelo de punta y me entra ese nudito en la garganta.  

La voz de Elena, tan llena de matices como sobrecogedora y la guitarra de Marta repleta de colores y detalles ricos en expresión flamenca nos dejaron a todos boquiabiertos.

Las artistas recuperan las canciones de mujeres de discurso desgarrador y revolucionario como Mayte Martín, María del Mar Bonet, Marina Rossell, Clara Peya, Lola Flores, María Arnal o textos de escritoras como Maria Mercè Marçal. Mujeres que sacuden a través de su arte. Aunque el momento culminante fue cuando llegó “Paraules d’amor” de Serrat, aún tengo grabada en mi mente la cara de Marta Robles emocionada mientras el público cantaba sólo el estribillo de la canción. Un instante fascinante en el que los asistentes y las artistas conectaron de forma espectacular y yo tuve que aparcar mi cámara, porque el visor de ésta parecía uno de los lagos de Covadonga entre tanta lágrima. Que bonita es la sensación de llorar de emoción.     

Estas dos artistas nos descubrieron un mundo asombroso de voces que son un grito de guerra y de historias de mujeres poderosas y libres.

Claudia Win
hola@claudiawin.com

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