Hace apenas dos años que Sergio Salvi y Sandra Delaporte se conocen y crearon este proyecto musical, influenciados port rap, pop, Soul, latino… siempre con una base electrónica, hacen de Delaporte un sonido y puesta en escena muy personal.
El pasado 24 de noviembre, poco después de las 21h salieron al escenario de la Sala Apolo de Barcelona dentro del ciclo de conciertos de Madtowndays.
En el atrezzto, una tabla de mezclas y 4 cañones simulando bengalas.
Sandra Delaporte apareció con un plumón azul, una chaqueta de lentejuelas debajo, unas mallas cortas y un top de lentejuelas, eso si, zapatillas deportivas cómodas para poder bailar sin parar.
Toda mi atención se la llevo la puesta en escena de Sandra Delaporte, la capacidad de derrochar frescura y amor, agradeciendo al público cada momento que estaban viviendo esa noche, con total naturalidad, transparencia y cercanía, todo esto mientras bailaba y cantaba de esa forma que te eclipsa…
Quizás esa es una de las claves del éxito de Delaporte, a parte de la calidad en la producción y sonido, Sandra se muestra tal cual es y tal cual son sus letras y eso llega.
En un mundo tan comercializado y de postureo, es de agradecer encontrar a alguien transparente encima del escenario.
Repasaron los temas més esperados por el público como Un jardín
Azul marino o Cariño, pero también se arriesgaron con una versión de David Bowie, Live on Mars?.
Por pirmera vez, y como prueba de fuego, Sandra cantó una balada, y funcionó, el público respondió con una gran ovación con la que Sandra comprobó que vale la pena arriesgar.
La noche terminó con plátanos a modo de pistola y confites por todo lo alto.
Cerrando un show que creó una atmósfera de buen rollo donde los bailes alocados de Sandra iban enganchando haciendo cada vez más irresistible la impulsividad de desprenderse de cualquier pudor o vergüenza y dejarse llevar, dejarse llevar tan alto como para poder desconectar de todo aquello que antes de entrar en la sala nos ataba o nos preocupaba. Dos horas de liberación tensional y emocional que es de agradecer y que sucede en pocas ocasiones.
Así que ya sabes, cuando necesites liberar cualquier tensión, ponte Delaporte y déjate llevar, rompe cualquier coreografía y cárgate de energía a son de «ya te lo dije yo…ya te lo dije….» «y ahora…todo está en movimiento….«
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