Barcelona 20 de diciembre, Sala Apolo.
Hay bandas que no envejecen, se vuelven necesarias. Lagartija Nick es una de ellas. El próximo 20 de diciembre, el grupo granadino vuelve a Barcelona para recordarnos por qué sigue siendo una de las formaciones más incómodas, necesarias y coherentes del rock estatal.
Hablar de Lagartija Nick es hablar de riesgo, de fricción entre belleza y aspereza, de una banda que nunca ha jugado a lo seguro. Desde sus inicios en los 90 hasta hoy, su trayectoria ha sido una huida constante de la repetición, una búsqueda casi obstinada de nuevos lenguajes sonoros y conceptuales. Rock alternativo, punk, flamenco, poesía, electrónica, ruido… todo cabe si hay verdad.
Imposible no mencionar Omega, aquel disco histórico junto a Enrique Morente que dinamitó las fronteras entre el flamenco y el rock y que, décadas después, sigue siendo referencia y herida abierta. Pero reducir a Lagartija Nick a ese álbum sería injusto: su discografía posterior ha seguido explorando territorios oscuros, políticos, literarios y emocionales, siempre con una identidad muy clara y sin concesiones.
En directo, Lagartija Nick no busca nostalgia fácil. Sus conciertos son intensos, físicos, a veces incómodos, siempre honestos. Canciones que golpean, silencios que pesan y una energía que no se disimula ni se maquilla. No hay artificio: hay banda, hay mensaje y hay una conexión directa con quien escucha.
La cita del 20 de diciembre en Barcelona se presenta como una oportunidad perfecta para cerrar el año con un concierto que no es solo música, sino actitud y memoria sonora. Para quienes los han seguido desde hace años y para quienes aún no los han vivido en directo, Lagartija Nick sigue siendo una experiencia que merece ser sentida con el cuerpo entero.
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